Hace unos 2000 años se acentuaron las transformaciones en el modo de vida de los cazadores-recolectores serranos. Estos grupos produjeron cambios en la subsistencia, en la movilidad y en la aparición de nuevas tecnologías, como la incorporación del arco y flecha y los primeros indicios de producción de cerámica.
Hace 1500 años se ocuparon más intensamente los ambientes serranos de altura así como paisajes que habían estado poco integrados a los circuitos de movilidad, principalmente ambientes chaqueños áridos que proporcionaron recursos silvestres en épocas de verano (por ejemplo las sierras de Guasapampa y Serrezuela)11. Se registra el consumo de pequeños granos, entre ellos quenopodios silvestres y otros recursos como frutos de árboles chaqueños: algarrobos, mistol (Sarcomphalus mistol, anteriormente Ziziphus mistol) y chañar.
Los cazadores-recolectores del Holoceno
Los cazadores-recolectores que habitaron la región serrana de Córdoba entre hace aproximadamente 8000 y 4000 años, al igual que en momentos más tempranos conformaban pequeños grupos dispersos y móviles. Además de la caza de guanacos y ciervos, hay un mayor énfasis en la captura de pequeños vertebrados como roedores. Además recolectaban frutos de especies silvestres como el algarrobo (Prosopis spp.) y el chañar (Geoffroea decorticans), así como huevos de ñandú (Rhea spp.). Para la captura de las presas principales empleaban lanzas con puntas de piedra de forma lanceolada, conocidas como “puntas ayampitín”, arrojadas manualmente o mediante un propulsor.
En el período que abarca desde hace 4000 a 2000 años antes del presente aumentó la demografía y surgieron diferencias en la tecnología y en las estrategias de obtención de alimentos. Se adoptaron nuevos diseños de puntas de proyectil, de forma triangular, y se entablaron vínculos de larga distancia con otros grupos, como lo sugieren hallazgos de artefactos en valvas de moluscos del río Paraná y de la costa Atlántica.
También aumentó la importancia en la dieta de plantas silvestres y pequeños animales como armadillos (Dasypodidae) y roedores8. Hace 3000 años se registra el consumo de maíz (Zea mays), una planta alóctona probablemente obtenida a través de intercambios con vecinos agricultores9.
Los cambios ocurridos durante este período se materializaron, entre otros aspectos, en las primeras expresiones simbólicas relacionadas con la construcción de identidades sociales y la pertenencia de los grupos a determinados territorios, como es el caso del arte rupestre y las sepulturas. También surgieron nuevos tipos de roles, posiciones e identidades personales, relacionadas con esferas como la gestión política, ritual o de redes de intercambio10.
Transición hacia la producción de alimentos
Hace unos 2000 años se acentuaron las transformaciones en el modo de vida de los cazadores-recolectores serranos. Estos grupos produjeron cambios en la subsistencia, en la movilidad y en la aparición de nuevas tecnologías, como la incorporación del arco y flecha y los primeros indicios de producción de cerámica.
Hace 1500 años se ocuparon más intensamente los ambientes serranos de altura así como paisajes que habían estado poco integrados a los circuitos de movilidad, principalmente ambientes chaqueños áridos que proporcionaron recursos silvestres en épocas de verano (por ejemplo las sierras de Guasapampa y Serrezuela)11. Se registra el consumo de pequeños granos, entre ellos quenopodios silvestres y otros recursos como frutos de árboles chaqueños: algarrobos, mistol (Sarcomphalus mistol, anteriormente Ziziphus mistol) y chañar.
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